Steve Clark, era uno de los compositores más importantes que tuvo la Def Leppard, murió de forma trágica, pero «casi que esperada» un 8 de enero de 1991.

Los problemas con Steve no contribuyeron a promover el progreso y, de hecho, estaban empezando a retroceder.

A finales de 1989, Clark fue encontrado inconsciente en una cuneta en Minneapolis, Minnesota.

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Fue enviado de inmediato a rehabilitación.

Y miembros de la banda (junto con Lange) comenzaron a asistir a una terapia de confrontación para intentar avergonzarlo y vencer a sus adicciones.

En un movimiento desesperado por ayudar a su amigo, el técnico de guitarra Malvin Mortimer (Stumpus Maximus) sería asignado para vigilar las 24 horas a Clark. Según Joe Elliott, era una tarea difícil.

Nada de esto demostró ser fructífero, y en agosto de 1990, la banda de Clark le concedió una licencia de seis meses de ausencia.

Si bien se esperaba que esta pausa lo liberara de tensiones, Def Leppard parecía resignada al hecho de que ya no podían hacer nada por Clark.

Unos días antes de su muerte se había roto una costilla, los médicos fueron enfáticos en que no podía beber mientras consumía el medicamento para mejorar su estado, siguió sin restricciones hasta su lamentable partida.

El 8 de enero de 1991, Steve Clark fue encontrado muerto en su casa de Londres por su novia Janie Dean.

Collin fue informado por el manager Cliff Burnstein de su muerte, la autopsia revelaría que su deceso se produjo por sobredosis no intencional de alcohol, Valiúm y codeína.

A sus 30 años, uno de los grandes golpes que sufrió la banda en tiempos relativamente cercanos al accidente de su baterista Rick Allen en el que perdió uno de sus brazos.