El actor Danny DeVito reveló que estaba decidido a participar en la secuela de Twins (Gemelos), la película que protagonizó junto con Arnold Schwarzenegger, en 1988. Según DeVito, la oportunidad de realizar una segunda parte se perdió debido a la incursión política de Schwarzenegger, quien se convirtió en gobernador de California, en 2003.

«Deberíamos haber filmado Twins 2 en lugar de que él se convirtiera en gobernador», dijo DeVito a modo de broma en una reciente entrevista con la revista GQ. A pesar de ello, el intérprete aseguró que actualmente tienen un proyecto en marcha del que han estado hablando.

Sin embargo, al ser cuestionado sobre si este proyecto en desarrollo está relacionado o se trata de un spin-off de Twins, DeVito negó la conexión directa.

«No. Solo somos dos amigos, porque la pasamos bien juntos. Nos complementamos en muchos aspectos. Yo soy mucho más fuerte que él», explicó el legendario actor.

Por otro lado, Danny DeVito destacó la reciente incursión de Schwarzenegger como protagonista en la serie de Netflix, FUBAR; que, según la sinopsis oficial, explora la vida de un padre y una hija que han llevado vidas secretas como agentes de la CIA.

Aunque el destino de Twins 2 parece incierto, Danny adelantó que hay planes para una secuela de otra de sus películas: Throw Momma from the Train (Bota a mamá del tren), en la que compartió pantalla con Billy Crystal, en 1987.

A pesar de que hoy es un ícono en la industria del cine, el camino de Arnold Schwarzenegger hacia el estrellato estuvo lleno de desafíos. En su juventud, se destacó como fisicoculturista de renombre, pero su ambición lo llevó a explorar el mundo de la actuación en la década de los setenta.

Sin embargo, muchos productores, directores, ejecutivos y agentes de la época no compartieron su visión y se burlaron de sus aspiraciones. Según Schwarzenegger, hubo tres razones principales por las que los críticos pronosticaron su fracaso en Hollywood.

De acuerdo con el relato de Arnold Schwarzenegger, la primera objeción se centró en su imponente físico. Muchos le dijeron que los espectadores no querían ver cuerpos musculosos en pantalla.

Otra crítica importante se centró en su acento alemán, que muchos consideraban aterrador, pues era relacionado con los nazis, lo que limitaba sus oportunidades en la industria.

Finalmente, otra de las dificultades que le presentaron fue la complejidad de su apellido, que a menudo era objeto de burlas. «‘Nadie sería capaz de pronunciar Schwarz… ¿Cómo te llamas? Schnitzel, ¿o algo así?’. Así que se burlaban de mí. Y esas son las tres cosas por las que no funcionaría», concluyó el exgobernador de California.